…el tremendo poder de atrevernos a sentir, a compartir, a ser auténticos, a ser humanos, a contar nuestros dolores, a confesar nuestros miedos sin vergüenza...esto me surgió durante el taller que asistí la semana pasada con Uranio Paes, el presidente de la Asociación Internacional de Eneagrama (IEA). Fue un taller 100% experiencial - algo que no me esperaba – en el cual cada uno de los asistentes, que éramos alrededor de 30, salió al frente y vivió una experiencia en el símbolo del Eneagrama que estaba en el suelo.
A mí en general me cuesta salir adelante y exponerme….pero al ver la valentía de los otros y al sentir que había cosas dentro de mí que se estaban movilizando, tuve que salir. Me atreví a mostrar lo que me estaba pasando; sin saber dónde iba a terminar el proceso, arriesgándome a que salieran cosas que no iban a estar bajo mi control…al igual que todos los que estaban en el taller. Y el resultado valió la pena…pude nuevamente constatar el poder sanador que tiene abrirse, reconocer y mostrar nuestros pensamientos, emociones y reacciones corporales.
1 comentario:
Muy bella y enriquecedora experiencia la que relatas, la creación de espacios de contención es un arte que veo cada día mas relevante
Ya me contarás
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